Es en los momentos de mayor incertidumbre, de inseguridad, de dudas y de crisis cuando los ciudadanos miran a las instituciones y esperan de los responsables políticos un paso adelante, medidas valientes y decididas que les ayuden a superar las dificultades.
Arganda, como otros millones de lugares del planeta, está sufriendo los efectos de una crisis económica mundial que sólo encuentra equivalente en la vivida a finales de la década de los 20.
Y sin embargo, los responsables del Gobierno de Arganda están por otros proyectos. En lugar de tender la mano a los que más lo necesitan, a los desempleados que colapsan la oficina regional de empleo, a las familias que viven apuradas para que sus hijos puedan matricularse en el curso siguiente, deciden gastar el dinero público en macro-festivales y en espectáculos musicales.
Ni Rock in Río, ni Mandela Day ayudarán en nada a los argandeños que sufren la crisis.
