Desde el mes de febrero, no pasa una semana sin que el nombre de Arganda aparezca en algún medio de información, siempre por la misma razón: la gestión económica del Gobierno del PP, quien tiene al Ayuntamiento al borde del precipicio con una deuda de 100 millones de euros.
El buen nombre de nuestro municipio, su honorabilidad, su prestigio, se ha visto manchado por la forma que tienen de entender una labor tan noble como es la política quienes se interesan por la gestión pública buscando su propio beneficio, engordar su patrimonio, el lucro personal.
El actual Alcalde, por la responsabilidad que asumió tras la dimisión de su antecesor, y porque ha formado parte de todos los Gobiernos del PP en Arganda, debe explicaciones a la ciudad. A él le compete restituir el nombre de un municipio que en los últimos años ha sido presa de la corrupción, donde se ha instalado el cohecho, el blanqueo de capitales, el tráfico de influencias, las contrataciones sin publicidad, el fraude fiscal, las bajas temerarias, la falsedad, las obras que cuadruplicaban su presupuesto inicial...
Arganda se merece unos gobernantes a la altura de su buen nombre y de sus ciudadanos, honrados, trabajadores, responsables.
