En las elecciones del 22 de mayo se elegían los Alcaldes de los Ayuntamientos y los Presidentes de buena parte de las Comunidades Autónomas, y sin embargo, toda la campaña y la votación se movió en clave nacional por el mérito del PP quien supo situar el debate en el terreno que más le convenía, pero también porque no fuimos capaces de contrarrestar tal estrategia llevando el debate a lo que queda más cerca de los ciudadanos: de las políticas municipales y regionales.
Pero no nos escudarnos en tales circunstancias para evitar la autocrítica. Nuestros resultados no son los que esperábamos. No son los resultados por los que llevábamos trabajando cuatro años.
Hemos entendido el mensaje de las urnas. También hemos comprendido por qué una parte de la población, y en particular, los jóvenes, están indignados y se muestran tan críticos con nosotros. Hemos reflexionado sobre lo que podemos hacer mejor y desde el mismo día 23 nos hemos puesto manos a la obra. Somos la única alternativa real al Gobierno de la derecha y debemos estar a la altura de tales expectativas.
En el PSOE de Arganda vamos a poner toda la carne en el asador para que nuestra formación acuda a la próxima cita electoral más fuerte y cohesionada que nunca. Será una prioridad seguir avanzando en la apertura de nuestro partido a los vecinos. Queremos un partido plural y diverso en el que se vea reflejada la mayoría social de Arganda.
Tenemos claro que es prioritario ahondar en el acento social de nuestras propuestas y de nuestro proyecto para Arganda. En estos momentos, es más importante que nunca que nos volquemos con quienes están teniendo más dificultades por la actual situación económica: los jóvenes, los desempleados, las personas mayores…
Vamos a hacer el esfuerzo necesario para constituir la primera referencia de cada uno de los barrios de Arganda. Vamos a seguir avanzando en la proximidad y en el acercamiento a los vecinos. Del mismo modo, queremos estrechar los lazos con el tejido asociativo de Arganda. Nuestro proyecto quiere ser el de los argandeños.
Durante los próximos cuatro años tenemos ante nosotros un reto exigente, pero ilusionante: dar forma a esa ciudad con la que los argandeños sueñan.
Estaremos a la altura.
